Madre mía, un escalofrío ha recorrido mi cuerpo cuando he leído las palabras que Fernando Alonso ha pronunciado esta tarde en Corea. Transcribo algunos párrafos que no tienen desperdicio porque incide en el honor y en los valores que son necesarios para triunfar en la vida.
El asturiano opina que "tener agallas significa asumir las responsabilidades cuando debes responder ante muchas personas que han trabajado tanto para ponerte en las mejores condiciones". "Entonces, entras en el coche y te dices: ahora no hay excusas que valgan, hay que hacer una vuelta perfecta", subraya.
"En la vida pasa a menudo. Me pasó cuando mi familia se sacrificó para ofrecerme una posibilidad. De ahí que cuando digo que doy mucha importancia a las tradiciones y quiero decir que doy un verdadero valor a palabras como honor, sentido del deber y respeto", añade.
El asturiano reconoce que no lleva una vida de privilegios. "No tengo un avión personal. Tengo un barco, como otros muchos compañeros. No doy importancia a esas cosas. Sé qué significa tener privilegios y hacer renuncias. El dinero tiene su importancia, lo reconozco, pero es mejor tener presente una gama de valores más normales y sólidos", afirma.
Es todo un orgullo estar representado por este tipo de personas, que son un modelo profesional y personal a seguir. Es en estos momentos donde el deporte español está de moda, te das cuenta cómo atletas tan importantes como Fernando Alonso, Rafael Nadal o Pau Gasol, entre otros, no alardean de sus triunfos ni de sus premios, sino que se muestran humildes e inciden en que todos sus logros se deben a valores relacionados con el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina y el trabajo, en definitiva, del HONOR.
Creemos que estos ejemplos los encontraremos pronto también en el ámbito empresarial, porque estamos empezando a valorar más las cosas, a identificar el esfuerzo que estamos realizando para conseguirlas y el que tendremos que hacer para conservarlas. Los profesionales trabajamos mucho más, pero también con más criterio, y tenemos en mente que actualmente tener un puesto de trabajo o dirigir una empresa es todo un lujo.
Ya decía desde hace mucho tiempo que ahora, más que nunca, se hace necesario en España un ajuste profundo de las normas de comportamiento de sus directivos a los preceptos morales y legales. El mayor desafío que debemos afrontar los ejecutivos es redactar e interiorizar un código ético que sea rígido, claro, de gran alcance, basado en el honor, la honestidad y la integridad. Actuar con honorabilidad puede ser un elemento diferenciador y puede ayudarnos a trabajar mejor y ganar en eficiencia...
Aprovechemos el camino que nos abren nuestros ídolos para conseguirlo. En Segmentia seguro que lo intentamos...