domingo, 20 de diciembre de 2009

SE TRATA DE TALENTO

El jueves 10 de diciembre celebramos en Barcelona el segundo Foro de Excelencia Logística. Tuvimos el honor de contar con Antón Costas, quien expuso la situación actual de la economía española y ofreció su punto de vista acerca de las posibles vías de mejora. La ponencia fue muy amena e interesante, y consiguió impactar a los asistentes, que eran directivos de empresas de renombrado prestigio.



Uno de los aspectos relevantes de la conferencia hacía mención a las estrategias de éxito que pueden llevar a cabo algunas empresas para afrontar la crisis. Principalmente, destacó tres:

  1. Si las compañías disponen de liquidez o están en disposición de hacer caja, es buen momento para aprovechar la oportunidad de comprar otras compañías.

  2. Aquellas empresas con una fuerte tradición de innovación, deben fortalecerla.

  3. La tercera opción hace referencia a la reconversión. Ésta es la que más me gusta, ya que desde hace tiempo creo que las empresas tienen que reinventar su modelo de negocio. Vivimos en un Modelo de Cambio Continuo y tenemos que adaptarnos a él. Los viejos paradigmas ya no tienen vigencia, sobre todo en todo aquello relacionado con el trabajo.
El gurú del management Tom Peters ya indicaba en su libro "La esencia" que se avecinaba una revolución en el trabajo. Supondría el comienzo de la renovación de la responsabilidad individual, una oportunidad para hacernos cargo de nuestras propias vidas profesionales y asumir nuestras responsabilidades. Entonces, el talento pasaría a tener un papel protagonista...

Hay quien afirma que el talento es la suma de capacidades, de compromiso y de acción. La Real Academia Española define como talento a la "Persona inteligente o apta para determinada ocupación". Yo creo que hay que sumar otras cualidades a la inteligencia, a las capacidades, al compromiso o a la acción, tales como la confianza en uno mismo, la capacidad de gestión, la inspiración, la creatividad, la improvisación, la experiencia, la integridad, el espíritu, la osadía, el brío, etc. El talento es una PERSONA que está en el terreno de juego y que participa activamente, con pasión y con energía, que no espera a ver cómo suceden las cosas sino que hace que las cosas sucedan, y más ahora, que estamos viviendo el proceso de transformación más profundo de las últimas décadas.

Se tiene que dejar de hablar de empleados, de personal, de recursos humanos... y empezar a hablar de talento. En una situación de crisis económica como la que estamos viviendo, las empresas con peligro de cierre tienen la obligación de quedarse con el talento y/o despedir personal para sustituirlo por talento. Sólo así serán capaces de mejorar su productividad.

Desgraciadamente, hoy en día hay escasez de talento y por ello las empresas tienen cada vez más dificultad para detectar y retener el talento. Entonces...

¿Cómo se detecta el talento?
  • Talento es aquella PERSONA que tiene una marca personal, una visión característica y una manera única de trabajar.
  • El talento suele trabajar en proyectos muy concretos y con fecha de caducidad. Son proyectos en los que importan más los intereses que la propia corporación. Eso hace que el talento nunca deje de aprender y gane en auto-confianza.
  • El talento siempre genera sus propios beneficios y se centra en trabajar en aquello en lo que sea excelente.
  • El talento normalmente dispone de una Red Social creciente y cambiante.
  • El talento consigue trabajos por méritos propios.
  • El talento tiene como meta "HACER HACER"...
¿Es posible retener el talento?

Es difícil, porque los talentos trabajan en proyectos y por tanto, las empresas están obligadas a proponer nuevos proyecto y retos dentro de la nueva organización, y esto a veces es muy complicado. Además, la clave está en "¿querrán los talentos trabajar en una empresa toda su vida? Yo creo que no, ya que  las grandes corporaciones ya no dirigen las carreras profesionales de sus empleados, sino que son ellos los que marcan su propia carrera profesional. Si las compañías no tienen en cuenta las expectativas de cada uno de sus talentos, los acabarán perdiendo.

Las empresas deben interiorizar que el modelo está cambiando y que el talento no es cuestión de número de empleados, sino de quienes puedan aportar una visión "distinta". Por ello, se pelearán por aquellas personas que puedan ofrecerlo. No podemos olvidar que estas son las nuevas necesidades de la Nueva Economía, basada en la Gestión de la Calidad Total, donde es necesario aportar continuamente valor añadido, creatividad, imaginación, capital intelectual, impulso emprendedor, es decir TALENTO.

En resumidas cuentas, las corporaciones deben apostar por el talento, que debe ser el adecuado para un proyecto concreto, con unos objetivos definidos y con un límite temporal establecido de antemano. Una vez finalizado el proyecto, el talento y la empresa deberán valorar su futuro...

La próxima vez que escriba un post será la primera semana de enero, así que os deseo a todos ¡Feliz Navidad y Feliz Año 2010! No quiero que se cumplan vuestros deseos sino que cumpláis vuestros deseos y que logréis todos vuestros retos.

sábado, 5 de diciembre de 2009

SEAMOS OBJETIVOS...

El viernes a mediodía fui con mi mujer Belén al colegio de nuestro hijo Pablo para tener una conversación con su tutora sobre su evolución académica. Me enorgullecí una vez más al saber que está siendo totalmente positiva tanto a nivel académico como a nivel personal. No fue una sorpresa porque siempre ha sido así, pero un cambio de colegio siempre es una prueba dura y más cuando el nivel de exigencia es tan grande...

El caso es que me acordé de lo que suele decir un niño cuando saca buenas notas: "Mamá, ¡he sacado un sobresaliente en matemáticas!". En cambio, ¿qué dice cuando pasa lo contrario? "Mamá, me han suspendido lengua..." Si hubiera sido objetivo, debería haber pensado que le han puesto un sobresaliente o que ha suspendido, y así la vara de medir hubiera sido la misma, pero resulta curioso comprobar la subjetividad con la que se ven las cosas cuando se trata de uno mismo.



En el mundo corporativo ocurre lo mismo. En no pocas ocasiones aparecen asuntos emocionales que pueden llegar a nublar nuestro juicio, nos hacen ver que se trata de algo personal y llevan a que aparezca la subjetividad. Entonces, tendemos a enfocarnos en aquello que puede producir resultados buenos en el ámbito personal pero no así en el empresarial. Y cuando pensamos más en "¿qué puedo ganar yo con esto?" que en pensar objetivamente, nunca vamos a tomar las decisiones de negocio ideales.

Desgraciadamente, la realidad del mundo de los negocios es mucho menos objetiva de lo que parece. Se toman muchísimas decisiones donde priman los aspectos personales en detrimento de los intereses de la empresa. Y esta es una de las razones por las que existen tan pocos buenos ejecutivos, ya que cuanto más subjetivamente actúan más posibilidades tienen de fracasar a largo plazo. Aquí cobra especial relevancia el dicho de "el tiempo pone a cada uno en su sitio".

Por tanto, si queremos tomar decisiones beneficiosas para nuestra empresa debemos hacer caso omiso de las consecuencias personales que derivan de las mismas y centrarnos en lograr los objetivos empresariales. Lo inteligente es actuar basándonos en criterios objetivos, ya sea tomando decisiones, negociando con clientes o participando en reuniones. Así, nuestro principal desafío debe ser reflexionar sin basarnos en los sentimientos; es difícil, pero necesario si queremos triunfar.